viernes, 13 de enero de 2017

Infinito

Ahora, pasados los años, pasado el tiempo,
me viene a la mente aquella mañana
en Venecia,
cuando la vida empezaba,
y las suelas de las botas empezaban a desgastarse,
y la Policía,
la Policía,
me miraba por primera vez a los ojos,
a las orillas de la Laguna,
allá en donde se diluye tu amor,
y la nostalgia,
al compás del latido de mi corazón.
el Humo,
el humo,
va haciendo volutas por los aires,
resoplando por los caminos que llevan al mar.
La estela de las olas,
del bramido de las marsopas,
haciéndose eco del pestañeo de tus ojos,
allá en el Polo Sur,
donde tu calor se abre paso deshaciendo los glaciares,
allá,
donde habita y se muere el olvido,
va tu eterna mirada
conquistando
las más lejanas y frías latitudes polares.
¿Por qué?
Dicen algunos.
Porque eres inexorable,
respondo yo,
Por más que quieran,
Por mucho que lo intenten,
se rasguen las vestiduras
y se abran las venas,
nada pueden
frente a tu amor eterno.
Incapaces,
impotentes,
ven recorrer,
pasar la vida,
a ti,
Mujer,
con la capa dorada,
y los labios de rojo pintados,
desfila tu majestad,
delineando el infinito,
que en Venecia,
pintaron tus dulces ojos de verde,
para volver a recordar
lo que todavía no está escrito.


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